El qué, por qué y cómo de las noticias sobre actividades bancarias, y ¿tu dinero aún está a salvo?

El último mes ha sido tumultuoso para la industria bancaria. Silicon Valley Bank y Signatura Bank han experimentado una corrida bancaria (cuando una gran cantidad de clientes intentan retirar su dinero en un corto tiempo) que resultó en un colapso. Adicionalmente, Credit Suisse y First Republic Bank necesitaron largas líneas de crédito para mantenerse a flote, y Credit Suisse finalmente fue comprado por su banco rival UBS. 

Los titulares pueden provocar angustia, especialmente cuando se trata de finanzas personales. Así que, analicemos la situación. ¿Exactamente qué ocurre con los bancos?, ¿tu dinero está a salvo?

¿Qué sucedió?

Silicon Valley Bank (SVB) tenía una clientela conformada principalmente por empresas de tecnología, emprendimientos y capitalistas de riesgo. Cuando un banco está asegurado por la Corporación Federal de Seguro de Depósitos (FDIC, Federal Deposit Insurance Corporation), los fondos de los clientes cuentan con una cobertura de $250.000 por depositante, y con SVB, más del 90% de su clientela tenía fondos que excedían el monto asegurado. 

Los clientes empezaron a preocuparse con la cartera de obligaciones de SVB, que recientemente había perdido valor (más sobre esto abajo). Con baja confianza en el banco, algunos clientes empezaron a retirar sus fondos. Se corrió la voz y cada vez más clientes empezaron a retirar su dinero. Como los bancos solo requieren tener un 10% de sus reservas a mano, SVB no tuvo la capacidad para cumplir con sus obligaciones y no pudieron darle dinero a sus clientes. Se vieron obligados a cerrar. 

Mientras SVB estaba experimentando esta corrida bancaria, los clientes del banco Signature Bank, basado en Nueva York, empezaron a demostrar una volatilidad similar. Su clientela incluye personas involucradas en criptomonedas, bienes raíces, inversiones y otras industrias, y al igual que SVB, tenía un gran porcentaje de clientes que excedían la garantía de seguro de la FDIC de $250.000. Los clientes de Signature Bank empezaron a asustarse por el cierre SVB, hubo una corrida bancaria similar y el banco cerró.

Como resultado, las autoridades globales empezaron a poner a otros bancos bajo la lupa, especialmente aquellos que habían perdido valor en bolsa, que tenían grandes cantidades de clientes retirando dinero, o que estaban demostrando otras señales de alerta. Suiza inyectó capital en Credit Suisse, que eventualmente fue comprado por el banco rival USB, mientras que en Estados Unidos, el Tesoro nacional organizó que inversionistas del sector privado depositaran miles de millones de dólares en el banco para evitar la caída del First Republic Bank. El gobierno norteamericano también se comprometió a garantizar todos los depósitos tanto en SVB como en Signature Bank por encima del límite de $250.000. 

¿Por qué sucedió?

Varios factores generaron esta situación. Primero, mientras que el mercado laboral es fuerte, varias industrias han tenido dificultades, incluyendo el sector tecnológico y el mundo de las criptomonedas. Segundo, para disminuir la inflación relacionada a la pandemia, la Reserva Federal de los Estados Unidos ha estado aumentando las tasas de interés. Como resultado, las altas tasas de interés han devaluado el valor de los bonos de la tesorería norteamericana, que tradicionalmente han sido una apuesta segura. Mientras que el sector tecnológico atraviesa un momento difícil, y los clientes están retirando fondos, SVB se vio en la obligación de vender los bonos a gran pérdida, provocando la corrida bancaria. 

Otro factor es la derogación parcial de la Ley Dodd-Frank. Después de la recesión del 2008, el Congreso aprobó la Ley Dodd-Frank, que apuntaba a poner remedio a algunas de las prácticas de préstamos y políticas en las que todo vale que llevaron a la recesión. 

Pero en el 2018, citando el impacto en los pequeños bancos regionales, el Congreso derogó parte de la Ley Dodd-Frank, aflojando algunas regulaciones y el control de la industria. Gracias a esto, a los bancos se les ha permitido participar en prácticas más arriesgadas, incluyendo permitir que un porcentaje extremadamente alto de clientes exceda la garantía de la FDIC de $250.000. 

¿Tu dinero está a salvo?

Cualquiera con depósitos menores a $250.000 pueden estar tranquilos, ya que está asegurado por la FDIC. Así que en caso de que tu banco falle, no perderás dinero. 

Sin embargo, como resultado de esta volatilidad, puede ser más difícil adquirir algún préstamo. Los bancos probablemente evaluarán de cerca a aquellos que soliciten hipotecas, préstamos para pequeñas empresas u otras oportunidades. 

Adicionalmente, las recientes fallas han incrementado las preocupaciones sobre una posible recesión. Los expertos dicen que antes de la falla bancaria, había un 25% de posibilidad de una recesión en EE.UU., y que ahora, esa posibilidad aumentó a $35 en los próximos 12 meses. 

Mientras tanto, para el consumidor promedio, hay poco de qué preocuparse. Pero ten en cuenta cómo prepararte para una recesión, solo por si acaso.