Tener un puntaje de crédito sano puede abrirte muchas puertas: acceso a préstamos para autos o inmuebles, tasas de interés más bajas y límites de tarjeta de crédito más altos. La mayoría de los arrendadores necesitan un puntaje de crédito de referencia de los inquilinos que deseen alquilar sus propiedades, algunos empleadores lo usan para medir la credibilidad de un prospecto durante el proceso de contratación. Es algo importante. 

Nadie realmente está exento a tener una mala racha. Desempleo, problemas de salud, desastres naturales y otras situaciones pueden surgir de la nada y ocasionar desorden financiero en tu vida, afectando tu puntaje de crédito, y en consiguiente, poniéndote en desventaja. 

¿Qué hacer si necesitas trabajar en tu puntaje de crédito? 

 

¿Qué es un puntaje de crédito?

Un puntaje de crédito es una escala usada para predecir tu probabilidad de pagar cualquier préstamo a tiempo. Las compañías de informes crediticios tienen una fórmula matemática para calcular tu nivel de confianza usando un sistema de puntaje con información como:

  • Tu historial de pagos de facturas
  • Tu deuda actual
  • La cantidad y tipo de préstamos que actualmente posees
  • El tiempo en el que has tenido cuentas de préstamo
  • Cuánto usas de tu crédito disponible
  • Nuevas aplicaciones para solicitar crédito
  • Deudas enviadas a cobros, ejecución hipotecaria o bancarrota.

Las empresas usan el puntaje de crédito como referencia para tomar decisiones, como ofrecerte una hipoteca, tarjeta de crédito, préstamo para autos u otras ofertas de crédito. El puntaje también influye en la tasa de interés que recibes sobre un préstamo o una tarjeta de crédito, y el límite de crédito que la empresa esté dispuesta a ofrecer. 

Hay tres oficinas principales de reporte crediticio, cada una con su propio puntaje: TransUnion, Equifax y Experian. La escala normalmente oscila entre 350 a 850. Mientras más alto sea tu puntaje, tendrás acceso a mejores productos de crédito. Como referencia, el promedio en Estados Unidos es 710.

 

Empieza a arreglar tu puntaje de crédito

Que no tengas un puntaje perfecto no quiere decir que no puedas acceder a crédito, pero puede costarte más en intereses. ¿Cómo puedes mejorar un puntaje que ha sido afectado?

Mantén un registro de tus reportes y puntajes de crédito. Siempre es buena idea revisar tu reporte crediticio mensualmente. Los reportes no son inmunes a los errores, y si haces revisiones regularmente podrás identificarlos y también ver cómo tus actos pueden mejorar tu puntaje. Visita AnnualCreditReport.com para reportes semanales. 

Reclama cualquier error de inmediato. Los acreedores están lejos de ser perfectos, y a veces puede haber errores en el sistema que reflejen que dejaste de hacer un pago cuando en realidad lo hiciste a tiempo. En ese caso, ponte en contacto con tu acreedor lo antes posible, y asegúrate de tener la prueba de tu pago como evidencia. 

Paga tus facturas a tiempo Los puntajes y reportes de crédito no solo extraen información de bancos u otras instituciones financieras, sino que alrededor del 35% de tu puntaje proviene de tu estado de facturación. Las facturas de teléfono, cable e incluso las facturas médicas caen bajo esta categoría, así que recomendamos que nunca saltes estos pagos. Programar los pagos es una gran herramienta para que no olvides cancelar tus facturas – solo asegúrate de no drenar tu cuenta, ya que pudieras enfrentar penalidades por sobregiro (te lo explicamos aquí)

Nunca uses toda tu línea de crédito Sin importar el tamaño de tu línea de crédito, solo debes usar un 30% al mes para tener un mejor puntaje de crédito. Por ejemplo, suponiendo que tienes dos tarjetas de crédito con límites de $2.000 y $500 de balance por pagar en una tarjeta. Tu tasa de uso de crédito sería de 12.5%. En este caso, calcula el total de tu deuda ($500) y divide ese monto por el total de tu límite de crédito ($4.000)

Prioriza las deudas con más antigüedad. Si has acumulado múltiples deudas, prioriza las que adquiriste primero. Si son montos muy grandes, haz el esfuerzo de cancelarlas en su totalidad. 

Evitar solicitar crédito innecesario. Cada vez que aplicas a un producto de crédito, el acreedor hace una exhaustiva revisión, bajando tu puntaje entre 1 a 5 puntos. Si realmente no necesitas ese crédito, evita solicitarlo. 

Las tarjetas de crédito viejas también cuentan. Cancelar las tarjetas de crédito una vez que pagaste la deuda total suena tentador, pero no es una movida inteligente. Si las mantienes activas, puedes establecer un largo historial de crédito, lo que es el 15% de tu puntaje. Considera cancelarlas solo si te cobran una comisión anual.

 

¿Las compañías de asistencia crediticia valen la pena?

Las compañías de asistencia crediticia te pueden ayudar a mejorar tu crédito detectando y reclamando errores en tus reportes crediticios. Sin embargo, pueden cobrar comisiones excesivas por este servicio (alrededor de $50 a $100 al mes según Experian), y esto es algo que puedes hacer por tu cuenta de forma gratuita. 

Otras empresas ofrecen negociar tu crédito en tu nombre. La verdad es que este proceso requiere que no cumplas con tus pagos, llevando tu puntaje de crédito a un punto en el que el acreedor pueda ofrecer una suma fija más baja. Aunque pagar menos dinero suena bien, esto perjudica tu puntaje, y – aunque es mejor que no pagar – no trae beneficios a largo plazo.

 

En conclusión

La clave para reparar tu puntaje de crédito es tener paciencia y disciplina. Puede tomar al menos unas semanas para que los acreedores reporten tu información de pagos y las empresas actualicen tu puntaje. Un puntaje de crédito sano es un plan a largo plazo. Mientras tanto, los expertos de The Exchange Blog están aquí para ayudarte con las respuestas a todas tus dudas sobre salud financiera.