Si no realizas los pagos a un acreedor durante un período prolongado —generalmente entre 120 y 180 días, según el tipo de cuenta y las leyes del estado— el acreedor puede contratar o vender tu cuenta a una agencia de cobranza de terceros para recuperar el dinero adeudado. Las deudas de tarjetas de crédito, facturas médicas, préstamos para autos, préstamos estudiantiles e incluso servicios básicos pueden transferirse a cobranzas.
Las agencias de cobranza están reguladas por la Oficina para la Protección Financiera del Consumidor (CFPB, por sus siglas en inglés) y por las autoridades estatales. Deben cumplir con las reglas establecidas en la Ley de Prácticas Justas de Cobro de Deudas (FDCPA), que te protege contra el acoso, las prácticas abusivas y las violaciones de privacidad.
En 2021, la CFPB introdujo el Reglamento F, una actualización importante de la FDCPA que aclara cómo los cobradores pueden comunicarse contigo —incluyendo por mensaje de texto, correo electrónico o redes sociales— y establece límites claros sobre la frecuencia de los contactos.
Qué puedes esperar
Tienes derechos importantes al tratar con una agencia de cobranza. A continuación, algunos de los requisitos que deben cumplir según la ley federal:
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Aviso formal por escrito. Dentro de los cinco días posteriores a su primer contacto, la agencia debe enviarte un aviso por escrito (en papel o de manera electrónica) indicando cuánto debes, quién es el acreedor original y cómo disputar la deuda si crees que es incorrecta.
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Comunicación respetuosa. Los cobradores no pueden contactarte antes de las 8 a.m. ni después de las 9 p.m., a menos que lo hayas aceptado. Tampoco pueden llamarte al trabajo si tu empleador no permite llamadas personales.
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Sin acoso ni abuso. No pueden amenazarte, usar lenguaje ofensivo ni mentir sobre el monto que debes o tus derechos.
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Representación legal. Si has contratado a un abogado, los cobradores deben comunicarse directamente con él, no contigo.
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Plazo de prescripción. Cada estado limita el tiempo durante el cual una agencia puede emprender acciones legales por una deuda impaga —generalmente entre 3 y 6 años, aunque puede llegar hasta 10 en algunos casos. Según el Reglamento F, los cobradores no pueden demandarte ni amenazarte con una demanda por deudas vencidas o “prescritas”.
Además, los cobradores no pueden compartir información sobre tu deuda con nadie más que tú o tu representante autorizado. Si se comunican con tus familiares, amigos o compañeros de trabajo, solo puede ser para solicitar tu información de contacto, y únicamente una vez.
¿Debes pagar una deuda en cobranzas?
Primero, verifica que la deuda sea realmente tuya. A veces ocurren errores y las deudas se asignan o se reportan incorrectamente. Pide una carta de validación de deuda a la agencia y revisa tu reporte de crédito más reciente para confirmar los detalles.
Si la deuda es legítima, analiza tu presupuesto y determina cuánto puedes pagar. Luego considera estas opciones:
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Pago total. Pagar la deuda de una sola vez suele ser la opción más rápida y económica. Como las agencias compran las deudas a un costo muy bajo, podrías negociar un acuerdo por entre el 40 % y el 60 % del saldo total.
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Pagos a plazos. Si la deuda es grande y no puedes liquidarla inmediatamente, puedes solicitar un plan de pagos mensuales. Solo recuerda que si incumples los pagos, podrías reiniciar el plazo de prescripción y extender el tiempo que la deuda afecta tu historial crediticio.
Pagar una cuenta en cobranzas no la elimina de tu reporte de crédito de inmediato, pero puede mejorar tu perfil con el tiempo.
Cómo detectar cobradores falsos
Lamentablemente, hay estafadores que se hacen pasar por cobradores para robar dinero o información personal. Según la CFPB, aquí te mostramos cómo diferenciar a un cobrador legítimo de un impostor:
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No se identifica correctamente. Los cobradores legítimos deben decirte su nombre, la empresa que representan y el nombre del acreedor original.
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Piden pagos difíciles de rastrear. Si te solicitan pagar con tarjetas de regalo, criptomonedas o transferencias de dinero, es una señal clara de estafa.
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Usan amenazas o presión. No pueden amenazarte con cárcel, violencia o fingir ser parte de una institución policial.
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Solicitan información personal sensible. Nunca compartas tu número de Seguro Social ni datos bancarios hasta verificar la identidad del cobrador y la validez de la deuda.
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Usan canales inusuales. Los cobradores legítimos no pueden contactarte por redes sociales sin identificarse, y solo pueden enviar lo que se conoce como un “mensaje de contenido limitado”. Las llamadas antes de las 8 a.m. o después de las 9 p.m. también son una señal de alerta.
Si sospechas de una estafa, repórtala a la CFPB (consumerfinance.gov/complaint) o a la Comisión Federal de Comercio (FTC) en reportfraud.ftc.gov.
Reflexiones finales
Tener una cuenta en cobranzas puede ser estresante, pero no es el fin del mundo. En general, las deudas permanecen en tu reporte de crédito durante unos siete años, y su impacto disminuye con el tiempo. La clave es actuar: verifica la deuda, comunícate con la agencia y establece un plan que se ajuste a tu presupuesto.
Con las tasas de interés y el costo de vida aún altos, mantenerte al día con tus finanzas puede ayudarte a evitar futuras cobranzas. Crear un fondo de emergencia, aunque sea pequeño, te da un margen para enfrentar gastos imprevistos.
Recordar y ejercer tus derechos financieros es un paso importante hacia la estabilidad y la tranquilidad.
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