Los asesores financieros y los expertos en economía de EE. UU. recomiendan a la mayoría de los estadounidenses disponer de un fondo dedicado a emergencias. Sí, es menos glamoroso que ahorrar para un nuevo auto o casa, y parece menos urgente que ahorrar para un nuevo bebé. Pero siempre es buen momento para asegurarte de tener un fondo de emergencia en caso de eventos inesperados como la pérdida de empleo, una emergencia médica, reparaciones en el hogar o cualquier otra situación que pueda requerir dinero adicional.
Este verano, si es posible, dale prioridad a crear o aumentar ese fondo de emergencia.
Aquí tienes algunas maneras para empezar a ahorrar.
Ponte una meta.
El primer paso en cualquier plan de ahorro es saber cuánto necesitas. Artículos como un auto o una casa requieren costos más fijos, pero los expertos aconsejan tener entre tres y seis meses de gastos apartados en caso de una emergencia. El mínimo que querrás ahorrar dependerá de tus circunstancias y nivel de comodidad, pero no hay límite a la hora de contribuir a un fondo de emergencia.
Crea un presupuesto.
Siéntate y revisa tus ingresos y gastos para determinar cuánto puedes ahorrar cada mes sin crear demasiada ansiedad adicional. Busca oportunidades para reducir gastos y destina ese dinero hacia tu nuevo fondo de emergencia.
Abre una cuenta bancaria específica para tu fondo de emergencia.
Muchos bancos admiten diversas formas de identificación para la apertura de una cuenta, como el Número de Identificación Personal del Contribuyente (ITID, por su nombre en inglés Individual Taxpayer ID Form), un número de pasaporte u otro documento de identidad emitido por el gobierno de un país extranjero. Abre una cuenta independiente a tu fuente principal, y adopta medidas de control que te restrinjan el acceso al dinero, para que tenga la oportunidad de incrementarse. (Por ejemplo, no solicites una tarjeta de débito para la cuenta.) Considera también la posibilidad de que esta cuenta sea de alto rendimiento, que te permita acumular más intereses mientras la mantengas.
Deposita una cantidad fija al mes, sin importar el monto
Reservar incluso entre 5 y 10 dólares al mes puede no parecer mucho. Sin embargo, cuando no los gastas, ese dinero puede acumularse rápidamente. Establece una transferencia o un depósito mensual para asegurarte de que tu cuenta siga creciendo. Además, un depósito mensual específico también puede servir para mantener tu cuenta libre de comisiones, ya que los depósitos fijos pueden suprimir este tipo de cobros mensuales en ciertas cuentas.
Recorta tus gastos.
El verano es un buen momento para reducir tus gastos, ya que el clima cálido permite caminar o andar en bicicleta para ahorrar en gasolina, noches de picnic, frutas y verduras más baratas y mucho tiempo con tu familia en parques y lugares con fuentes de agua gratuitos. Con algo de planificación para tu verano, puedes reducir gastos adicionales y poner más dinero en tu fondo de emergencia.
Aumenta tus ingresos.
Si tienes tiempo, energía y motivación, haz lo posible por aumentar tus ingresos. Consigue un segundo empleo, trabaja en un proyecto freelance o un negocio que puedas hacer en casa. Luego, pon los ingresos adicionales en tu cuenta de emergencia para alcanzar tu meta más rápido.
Monitorea tu progreso.
Vigila tu presupuesto y el progreso de tus ahorros y ajústalos si es necesario. Si estás adelantado en tu meta y sientes que puedes relajarte un poco, hazlo. Si estás atrasado, determina cómo puedes ahorrar más cada mes. Sobre todo, mantente pendiente de tu progreso para no perder de vista tu objetivo.
Celebra tus logros
Ahorrar de tres a seis meses o más en gastos mensuales es un gran logro. ¡Siéntete orgulloso de ti mismo! Reconoce y celebra tus logros para mantenerte motivado a seguir cumpliendo tus metas.
Sobre todo, evita usar tus nuevos ahorros de emergencia si es posible, especialmente para compras no esenciales. Te dará tranquilidad saber que, si algo sucede, tienes un colchón financiero para ayudarte en los momentos difíciles.
Con tan solo unas pocas decisiones rápidas y estratégicas puedes garantizar la creación de un fondo de emergencia que te permita asegurarte a ti mismo y a tu familia cuando más lo necesiten.