La primavera trae consigo la necesidad de limpiar y organizar. Pero además de limpiar armarios, pulir baños y organizar espacios al aire libre, la limpieza de primavera es el momento perfecto para deshacerse de los malos hábitos, especialmente aquellos que podrían estar perjudicando tu situación financiera. 

Este año, agrega un arreglo financiero a tu lista de tareas pendientes de primavera. Una forma de comenzar, es deshacerse de los hábitos que perjudican tu salud financiera. Aquí hay 10 malos hábitos financieros que debes reconsiderar, de inmediato. 

 

Deja de comprar por impulso.

Hacer compras no planificadas constantemente puede consumir rápidamente tu presupuesto. Haz todo lo posible para distinguir tus compras como un «deseo» o una «necesidad», y tómate un momento antes de realizar una compra, para poder evaluar claramente si es una compra esencial o no.

 

Deja de vivir más allá de tus posibilidades.

Gastar más de lo que se gana es un camino directo a acumular deudas, lo que genera mucho estrés financiero. Crea un presupuesto que esté alineado con tus ingresos, y lo más importante: cúmplelo, para evitar gastos excesivos y tal vez incluso comenzar a ahorrar. 

 

Deja de vivir sin presupuesto.

No crear un presupuesto y no respetarlo puede provocar un desastre financiero, y potencialmente, hacer que sea cada vez más difícil salir de la deuda. Establece límites de gastos, realiza un seguimiento de los tuyos; controla y revisa periódicamente tu presupuesto, para asegurarte de que vas por buen camino, para alcanzar tus objetivos financieros.

 

No ignores tu fondo de emergencia.

Probablemente sea el consejo número uno de los expertos financieros: tener un fondo de emergencia. No tener al menos entre tres a seis meses de gastos de manutención guardados en una cuenta de fácil acceso, puede dejarte vulnerable a gastos inesperados o pérdidas de empleo. Si no has estado contribuyendo a un fondo de emergencia, o si aún no tienes uno, ahora puede ser el momento de comenzar.

 

No hagas solo el pago mínimo de la deuda.

Es tentador pagar el saldo mínimo de tarjetas de crédito y otras deudas. Pero optar por el pago mínimo solo amplía el plazo de amortización y normalmente da lugar a que se paguen más intereses con el tiempo. Además, hace que sea mucho más difícil salir de una deuda importante. Siempre que sea posible, considera pagar más del mínimo para acelerar tu período de pago y ahorrar en intereses.

 

No establecer metas financieras.

Sin objetivos financieros claros, es fácil perder de vista tus prioridades y gastar libremente sin un plan. Ya sea ahorrando para la jubilación, comprando una casa, pagando deudas o iniciando un fondo de emergencia, establece algunas metas financieras específicas y alcanzables, y desarrolla una estrategia para alcanzarlas.

 

No invertir.

Mantener todo tu dinero en una cuenta de ahorros puede parecer la opción segura. Pero, lamentablemente, es posible que tus ahorros no crezcan lo suficientemente rápido como para superar la inflación. Busca acciones, bonos u otros activos, para hacer crecer tu situación financiera a largo plazo. Y si eres nuevo en el mundo de las inversiones, busca aplicaciones fáciles de usar que te ayuden a empezar con pequeñas cantidades de dinero.

 

Ignorar su educación financiera.

Tomar decisiones financieras inteligentes, depende de tener una base de conocimientos financieros. Ya sea a través de videos, artículos, clases u otras fuentes, toma un tiempo para informarte sobre temas financieros como la elaboración de presupuestos, la inversión y la gestión de deudas. Un poco de conocimiento ayuda mucho a la hora de tomar decisiones financieras informadas.

 

Compararse con los demás.

Comparar constantemente tu situación financiera con la de otros puede generar sentimientos de insuficiencia o presión para gastar de más. Si bien puede ser difícil, concéntrate en tus propios objetivos financieros y tu progreso en lugar de tratar de seguir el ritmo de los demás. Tip: mantente alejado de las redes sociales si es necesario.

 

Ignorar tu salud financiera.

De la misma manera que las personas priorizan la salud física y mental, es igualmente importante priorizar tu salud financiera. Los controles financieros periódicos contigo mismo, tu familia o tus socios pueden ayudarte a realizar un seguimiento de tu progreso hacia tus objetivos y realizar ajustes si es necesario.

 

Cuando se trata de dinero, aprovecha esta primavera como una oportunidad para deshacerte de los hábitos que no ayudan a tu presupuesto. Es una forma de cambiar tu situación financiera y comenzar a hacer realidad esos objetivos a largo plazo.

 

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