Cuando se trata de crear un hogar en un nuevo país, pocas cosas son tan buenas como encontrar un lugar permanente para vivir. Pero como ocurre con gran parte de la logística de la vida, las reglas, regulaciones y derechos del mercado de alquiler varían según el país. Ya sea que estés buscando una casa o un apartamento de alquiler, o que te hayas sentido como en casa en uno, aquí hay algunas cosas que debes tener en cuenta.

Leyes y regulaciones:
Familiarízate con las reglas y regulaciones del área en la que deseas alquilar, teniendo en cuenta que probablemente variarán según la ciudad. Para protegerte a ti y a tu familia, asegúrate de conocer los derechos de los inquilinos, las responsabilidades del propietario, los procedimientos de desalojo y las leyes de control de alquileres que puedan aplicarse.

Derechos del inquilino:
Una de las cosas más importantes que puedes investigar son tus derechos como inquilino. Dedica un poco de tiempo, para familiarizarte con los derechos de los inquilinos locales en tu nueva área, incluidos los derechos relacionados con las reparaciones, la privacidad y el proceso de desalojo. Asegúrate de saber dónde buscar asistencia legal o si hay servicios de defensa de inquilinos disponibles, en caso de que algo salga mal.

El mercado de alquiler:
Antes de comenzar a buscar un lugar para vivir, investiga las distintas áreas, incluidos los precios de alquiler típicos, los vecindarios populares, las tendencias de alquiler e información adicional sobre el área. Esto te ayudará a tomar una decisión informada sobre el mejor lugar para tu familia y tus finanzas.

Proceso de solicitud:
En los EE. UU., antes de conseguir un apartamento o una casa de alquiler, es probable que tengas que completar una solicitud. Con este primer paso, es probable que tengas que mostrar una identificación y un comprobante de ingresos, y seguramente tengas que someterte a una verificación de crédito o de antecedentes. Las solicitudes a menudo también conllevan una tarifa, así que ten esto en cuenta al solicitar alquileres.

Contrato de arrendamiento:
Este es el contrato que firmarás cuando encuentres tu casa de alquiler y probablemente incluirá una fecha de mudanza, un monto de alquiler, una fecha de pago mensual, un depósito de seguridad, responsabilidades de mantenimiento, tarifas y cláusulas adicionales y más. Asegúrate de revisarlo detenidamente antes de firmarlo para que los términos de tu contrato de arrendamiento queden completamente claros y considera contratar a un abogado para que lo revise.

Depósito de seguridad:
A menudo, el alquiler de una vivienda requiere un depósito de seguridad, que es una cantidad sustancial de dinero que se paga por adelantado para alquilar el lugar. Es una garantía de que aceptarás los términos del contrato de arrendamiento y tienes derecho a recuperarlo cuando te mudes, siempre que no incumplas ningún término del contrato. Por otro lado, tu arrendador puede retirar este depósito por cualquier daño o alquiler impago.

Seguro de inquilino:
Si bien es un gasto adicional, el seguro de alquiler es asequible y protege tus pertenencias personales en caso de incendio, robo u otras catástrofes inesperadas. Más importante aún, es un gasto mensual que brinda tranquilidad en caso de que suceda algo.

Comunicación con el propietario:
La comunicación con tu arrendador podría marcar una gran diferencia cuando se trata de renovar tu contrato de arrendamiento o recuperar tu depósito de seguridad. Informa cualquier problema de mantenimiento con prontitud, asegúrate de seguir los términos del contrato de alquiler y cumplir con todos los requisitos de pago, y cuidado de tu hogar.

Utilidades y servicios:
Una distinción importante en el contrato de alquiler es: qué facturas cubre el propietario o la empresa de alquiler y de cuáles tú eres responsable. Debes saber quién se encarga de pagar las tarifas de luz, agua, gas, recolección de basura, internet y cable antes de firmar documentos.

Estar informado sobre tus derechos y responsabilidades podría marcar la diferencia entre una experiencia de alquiler positiva y una que te obligue a mudarte antes de estar listo. Investiga un poco, lee los contratos detenidamente y sigue el acuerdo, y tendrás más posibilidades de hacer de tu casa de alquiler, un lugar para vivir a largo plazo. 

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