Cuando se trata del hogar, los costos siempre se van sumando. Además de alquiler o una hipoteca, hay facturas eléctricas, de aire acondicionado o calefacción, gastos de limpieza y otros costos de mantenimiento que pueden tomar gran parte de tu presupuesto mensual.
Afortunadamente, con unos trucos caseros rápidos y económicos, puedes recortar los gastos básicos del hogar – incluso hasta por varios cientos de dólares al año. Estas son algunas ideas.
Cambia el filtro del aire
Los filtros acumulan polvo, pelos de mascotas, sucio y otras pequeñas partículas que ayudan a mantener el aire limpio. Pero cuando están congestionados y sucios, el sistema de HVAC tiene que trabajar mucho más, lo que resulta en que potencialmente se dañen y generen facturas más elevadas. Cambia tu filtro cada 90 días (o más, dependiendo si tienes mascotas o vives en un área rural con más polvo) y podrás recortar en gastos eléctricos mientras mantienes el aire libre de alérgenos.
Cámbiate a bombillos LED
Cambiar tus bombillos estándar de luz incandescente por bombillos LED no solo te ayudará a ahorrar dinero – alrededor de $200 a $600 al año en electricidad – sino que también son mejores para el medio ambiente. Los bombillos LED (o Light-Emitting Diodes – diodo emisor de luz) usan 75% menos energía y duran 25 veces más que los bombillos incandescentes, así que también gastarás en bombillos con menos frecuencia.
Haz tus propios productos de limpieza
Construir tu arsenal de productos de limpieza comerciales es una porción considerable del presupuesto de tu hogar. Pero resulta que algunos de los productos que probablemente ya tienes – como bicarbonato de sodio o vinagre – son extremadamente efectivos para limpiar polvo, sucio o mugre. Una búsqueda rápida en internet te revelará recetas caseras de limpiadores para la cocina, el baño, los vidrios, el metal, las manchas y más. Además, puedes agregar tus propias hierbas para hacer que tus recetas tengan tus aromas preferidos.
Termostato inteligente
Aunque cueste más al principio, un termostato inteligente resulta en grandes ahorros a largo plazo. Con un termostato inteligente, puedes controlar tu termostato desde tu teléfono, lo que te permite cambiar la temperatura cuando no estás en casa y te aseguras de que no estás gastando dinero en aire o calefacción cuando estés fuera de casa por mucho tiempo. Algunos termostatos inteligentes también pueden ser operados por comandos de voz, o perciben cuando hay alguien en casa para ajustar la temperatura debidamente.
Limpia las bobinas del refrigerador
Al igual que ocurre con los filtros del aire, cuando las bobinas del refrigerador están sucias, tu dispositivo debe trabajar mucho más para cumplir su función. ¿El resultado? Facturas eléctricas más altas y mayor posibilidad de que se dañe. Cada 6 meses aproximadamente, busca una aspiradora Shopvac y un viejo cepillo dental y remueve todo el sucio de las bobinas (probablemente ubicadas en la parte de atrás del refrigerador). Esta tarea de 15 minutos te ahorra un 30% del uso de energía.
Elimina el papel absorbente
De fácil acceso y aún más fáciles de desechar, hay una razón por la que el papel absorbente es un estándar en la mayoría de las cocinas. Pero cambiarlas por toallas de tela es una forma rápida de ahorrar dinero. Sí, usarás más la lavadora, pero reduces los desperdicios y agregas más dinero a tu presupuesto mensual.
Apaga los vampiros de energía
Los vampiros de energía son dispositivos que succionan energía incluso cuando están apagados. Algunos ejemplos son los cargadores de teléfono, equipos de sonido, consolas de videojuegos, decodificadores y dispositivos que se encienden con temporizador o control remoto. Simplemente desenchufando lo que no se use, usando regletas o configurando el modo descanso en los dispositivos que lo tengan disponible te ahorra alrededor de $100 al mes en electricidad.
Ajusta correctamente los ventiladores
Este truco es tan simple como pasar un switch. Cambiar la rotación del ventilador del techo puede ayudar a enfriar o calentar tu hogar con mucha más eficiencia y de forma económica. En verano, configura tu ventilador para que gire en contra de las agujas del reloj, para que empuje el aire hacia abajo y así te refresque. En invierno, cambia la dirección al de las aguas del reloj, y el ventilador puede redistribuir el aire caliente.
Aunque estas no son soluciones con las que eliminarás gastos por completo, tomarte un momento para limpiar, ajustar o hacer cambios de hábitos te ayudarán a ahorrar en tu presupuesto mensual y posiblemente usar ese dinero para pagar deudas, comprar algo que tenías en mente o planificar para tu jubilación.